Quinteto Contrapunto
Quinteto Contrapunto
Quinteto Contrapunto
1 de marzo de 2022
1 de marzo de 2022
De "Pinturitas del paisaje" a "Corrido de los Pájaros" - La historia de primera mano
Por: Nota Marcata
Por: Nota Marcata
Este escrito es una cita extraída del libro "Coplero que canta y toca" (Una biografía de Alberto Arvelo Torrealba) escrito por su hija, Mariela Arvelo. Ella nos cuenta en primera persona cómo surgió la letra de esta vieja melodía popular.
PINTURITAS DEL PAISAJE
(Letra de un viejo joropo barinés)
Especial mención deseo hacer a esta composición, cuya música es increíblemente antigua, y cuya letra es de mi padre. Este joropo ha sido interpretado por diferentes agrupaciones musicales -entre ellas el Quinteto Contrapunto- con el título de "Corrío de los Pájaros" (Corrido de los pájaros.)
"Pinturitas del paisaje" es un poema muy querido, pues estuve presente, muy cerca de mi padre, cuando escribió los versos. Pero corrijo: él no escribió los versos; sólo los dictó, mientras cantaba y manejaba el automóvil, en uno de los muchos viajes que hicimos, de Caracas a Acarigua, entre agosto y diciembre de 1956, tras mi regreso de Italia.
Aquella vez, iban papá y mamá en el asiento delantero, y en el de atrás estaba yo, justo a mis primas Rosita y Ninina, nuestras dos invitadas para el paseo de fin de semana. A las tres jóvenes nos gustaba cantar, y papá nos pedía canciones que quería escuchar en el trayecto: corridos llaneros, boleros de Los Panchos y tangos de Gardel... Mi madre, que tenía bonita voz, también se unía al grupo, y algunas veces papá se entusiasmaba a cantar con nosotras una de sus baladas predilectas. ¡El automóvil parecía un gramófono andante!
De pronto, cuando pasábamos por Turmero, papá nos preguntó:
– Chicas, ¿quieren aprender el "Corrido de los pájaros"?
– ¡Síii! - contestamos
- ¡Pues anótenlo!, porque ahorita mismo lo voy a inventar... ¡Ahí les va la primera estrofa, cantada con la música de un viejo joropo!
Mamá me pasó un lápiz y un block de papel, y yo empecé a copiar apresuradamente, mientras él cantaba y dictaba a la vez:
"La paloma, pobrecita, la mató el gavilán
cuando estaba en los copitos del caujaro:
yo lo vi cuando pasó para el entierro
con su luto y su querella el taro-taro".
La repitió un par de veces para darme tiempo de copiar... Y después ordenó:
– ¡Ahora cántenla ustedes!
Cantamos una y otra vez, hasta que papá dijo, satisfecho:
- ¡Muy bien! Ya saben la primera. Ahora debo pensar en la segunda estrofa...
Mamá y nosotras permanecimos en silencio, para que él pudiera concentrarse... No había pasado ni media hora cuando nos habló, muy entusiasmado:
- ¡Listo jovencitas! ¡Anoten la segunda!...
Él empezó a cantar, y mis primas y yo a escribir:
"Las chenchenas del Masparro tienen un parrandón
que se escucha llano arriba y llano abajo:
yo lo vi cuando pasó para la fiesta
de amarillo y paltó negro el arrendajo".
Continuamos nuestro alegre y musical recorrido hacia Acarigua: Cada tantos kilómetros una estrofa nueva para el antiguo joropo barinés.
Llevábamos ya cinco estrofas anotadas y aprendidas, cuando nos paramos en un restaurancito de carretera para almorzar. Hacía mucho calor cuando retomamos el rumbo hacia Acarigua y por un rato mis primas y yo permanecimos en silencio, con deseos de dormir y pocos ánimos de seguir cantando...
Refrescaba la tarde, cuando papá nos llamó la atención:
- ¡Es hora de despabilarse, señoritas! Ya vamos a llegar a Acarigua y aún nos falta la última estrofa. ¡Anoten rápido, antes de que se ve vaya la idea!
Y nosotras cumplimos cabalmente con la parte final de la faena: Estábamos parándonos frente a la casa de los abuelos, cuando copiamos y cantamos la última estrofa de la canción:
"Allá vienen la camata, el tucán y el paují
apostando a quien más grita y quien más vuela:
Yo los vide, pinturitas del paisaje
sobre el verde corazón de Venezuela"(1)
(1) Arvelo Torrealba, Alberto - "Obra poética" pp.236-237
Arvelo, Mariela - "Coplero que canta y toca" pp. 486-488
Este escrito es una cita extraída del libro "Coplero que canta y toca" (Una biografía de Alberto Arvelo Torrealba) escrito por su hija, Mariela Arvelo. Ella nos cuenta en primera persona cómo surgió la letra de esta vieja melodía popular.
PINTURITAS DEL PAISAJE
(Letra de un viejo joropo barinés)
Especial mención deseo hacer a esta composición, cuya música es increíblemente antigua, y cuya letra es de mi padre. Este joropo ha sido interpretado por diferentes agrupaciones musicales -entre ellas el Quinteto Contrapunto- con el título de "Corrío de los Pájaros" (Corrido de los pájaros.)
"Pinturitas del paisaje" es un poema muy querido, pues estuve presente, muy cerca de mi padre, cuando escribió los versos. Pero corrijo: él no escribió los versos; sólo los dictó, mientras cantaba y manejaba el automóvil, en uno de los muchos viajes que hicimos, de Caracas a Acarigua, entre agosto y diciembre de 1956, tras mi regreso de Italia.
Aquella vez, iban papá y mamá en el asiento delantero, y en el de atrás estaba yo, justo a mis primas Rosita y Ninina, nuestras dos invitadas para el paseo de fin de semana. A las tres jóvenes nos gustaba cantar, y papá nos pedía canciones que quería escuchar en el trayecto: corridos llaneros, boleros de Los Panchos y tangos de Gardel... Mi madre, que tenía bonita voz, también se unía al grupo, y algunas veces papá se entusiasmaba a cantar con nosotras una de sus baladas predilectas. ¡El automóvil parecía un gramófono andante!
De pronto, cuando pasábamos por Turmero, papá nos preguntó:
– Chicas, ¿quieren aprender el "Corrido de los pájaros"?
– ¡Síii! - contestamos
- ¡Pues anótenlo!, porque ahorita mismo lo voy a inventar... ¡Ahí les va la primera estrofa, cantada con la música de un viejo joropo!
Mamá me pasó un lápiz y un block de papel, y yo empecé a copiar apresuradamente, mientras él cantaba y dictaba a la vez:
"La paloma, pobrecita, la mató el gavilán
cuando estaba en los copitos del caujaro:
yo lo vi cuando pasó para el entierro
con su luto y su querella el taro-taro".
La repitió un par de veces para darme tiempo de copiar... Y después ordenó:
– ¡Ahora cántenla ustedes!
Cantamos una y otra vez, hasta que papá dijo, satisfecho:
- ¡Muy bien! Ya saben la primera. Ahora debo pensar en la segunda estrofa...
Mamá y nosotras permanecimos en silencio, para que él pudiera concentrarse... No había pasado ni media hora cuando nos habló, muy entusiasmado:
- ¡Listo jovencitas! ¡Anoten la segunda!...
Él empezó a cantar, y mis primas y yo a escribir:
"Las chenchenas del Masparro tienen un parrandón
que se escucha llano arriba y llano abajo:
yo lo vi cuando pasó para la fiesta
de amarillo y paltó negro el arrendajo".
Continuamos nuestro alegre y musical recorrido hacia Acarigua: Cada tantos kilómetros una estrofa nueva para el antiguo joropo barinés.
Llevábamos ya cinco estrofas anotadas y aprendidas, cuando nos paramos en un restaurancito de carretera para almorzar. Hacía mucho calor cuando retomamos el rumbo hacia Acarigua y por un rato mis primas y yo permanecimos en silencio, con deseos de dormir y pocos ánimos de seguir cantando...
Refrescaba la tarde, cuando papá nos llamó la atención:
- ¡Es hora de despabilarse, señoritas! Ya vamos a llegar a Acarigua y aún nos falta la última estrofa. ¡Anoten rápido, antes de que se ve vaya la idea!
Y nosotras cumplimos cabalmente con la parte final de la faena: Estábamos parándonos frente a la casa de los abuelos, cuando copiamos y cantamos la última estrofa de la canción:
"Allá vienen la camata, el tucán y el paují
apostando a quien más grita y quien más vuela:
Yo los vide, pinturitas del paisaje
sobre el verde corazón de Venezuela"(1)
(1) Arvelo Torrealba, Alberto - "Obra poética" pp.236-237
Arvelo, Mariela - "Coplero que canta y toca" pp. 486-488